1) Zumo de naranja fresco
2) Limpieza impecable
3) Atención excelente

1) Falta de refrigerador
2) Comida limitada
3) Ruidos de la calle

El desayuno tiene un zumo de naranja fresco excelente.

La dueña nos prometió un menú variado y, al llegar, no solo no tuvimos opciones, sino que nos sirvieron una sopa incomprensible y carne recocida. Además, el pueblo está completamente aislado, lo que hace que te sientas atrapado sin alternativas para comer o beber algo fuera del hostal. La falta de un pequeño refrigerador en la habitación complicó aún más la situación, obligándonos a depender de la escasa oferta del hostal.

Desayuno abundante y buenísimo.

cenas sorprendentes y encanto rural

El sabor del zumo de naranja fresco en el desayuno me recordó a mi niñez. El lugar es acogedor y muy bien cuidado, perfecto para desconectar y disfrutar de la calma del entorno.

Sin embargo, tuvimos un par de sorpresas desagradables con las cenas, sobre todo en la calidad de los platos ofrecidos, que no correspondían a nuestras expectativas iniciales.

La comida era abundante, aunque la cena estuvo un poco rara.

El lugar ofrece una tranquilidad excepcional, ideal para escapar del bullicio. Se encuentra a solo 15 minutos en coche de Alquezar, lo que es perfecto para excursiones y actividades al aire libre.

El pueblo es bastante aislado, careciendo de servicios básicos, lo que obliga a depender del hostal para alimentos y bebidas. La cena no cumplió con las expectativas, se ofreció un menú limitado y el plato principal no fue satisfactorio, además de que la falta de un refrigerador en la habitación dificultó la conservación de agua. Solo hay un bar en el pueblo que no siempre está abierto, lo que complica aún más conseguir refrigerios.

El apartamento era más acogedor que una tarde de invierno con una buena taza de chocolate caliente. Tenía un salón con chimenea que me abrazaba mientras me recuperaba de las emocionantes caminatas en la Sierra de Guara. La terraza ofrecía unas vistas de montaña que hacían que cada desayuno se sintiera como una postal.

Falta de refrigerador

Madre mía! El zumo de naranja fresco es una delicia que no puedes perderte. te recarga las pilas como un buen café por la mañana. De los desayunos, ni hablar, buenos quesos y pan fresco te esperan para animar el día. Y ni qué decir de la limpieza de las habitaciones, que son un diez. todo impecable y el personal es de lo más atento.

Aunque tuve un pequeño contratiempo con la cena, donde nos plantaron un plato bastante raro, al final la experiencia fue amena. Puede que la comida no estuviera a la altura del resto, pero la tranquilidad del lugar compensa cualquier mal sabor.

Todo detalles, cero tonterías

Un lugar acogedor que destaca por su limpieza y la amabilidad de su propietaria, Rosa. Las habitaciones están bien equipadas y el aire acondicionado es un plus. La comida es abundante y deliciosa, con un desayuno que incluye zumo de naranja fresco. Ideal para desconectar y disfrutar de la zona.

La habitación estuvo bastante bien, limpia y con aire acondicionado. El baño también estaba en buen estado. Me gustaron los armarios grandes, aunque se echa de menos una mesita para dejar cosas. La cama era cómoda y el espacio suficiente para moverme sin problema. En general, muy acogedora.

Tuve una estancia divertida y reconfortante. La comida estaba deliciosa, especialmente las cenas abundantes, aunque un poco excesivas para mi gusto. La atención de Rosa fue inmejorable, siempre dispuesta a ayudar. Sin embargo, el acceso a un refrigerador en la habitación sería muy útil.

El desayuno estuvo bueno, pero falta Wi-Fi en las habitaciones.

La tranquilidad del lugar es ideal para desconectar. además, el desayuno fue bastante completo, incluyendo zumo de naranja fresco y embutido variado. Sin embargo, algunas habitaciones cuentan con armarios pequeños y podría mejorar la disponibilidad de espacios para dejar pertenencias. se echa de menos un refrigerador en la habitación, lo que complica un poco la estancia.

seguro que volveré

La habitación era muy limpia y contaba con aire acondicionado, TV y baño privado, perfecto para descansar después de un día de caminatas. El desayuno fue muy completo, con zumo de naranja fresco y embutido variado. La atención fue excelente, siempre dispuestos a ayudar. Todo muy ordenado y acogedor.